En la Escuela de Gastronomía, creemos que la formación va mucho más allá del aula. Por eso, nos emociona compartir la experiencia que vivieron nuestros estudiantes durante la visita a uno de los referentes gastronómicos y cerveceros de la ciudad: la Fábrica Moritz Barcelona.

Durante la jornada, nuestros alumnos tuvieron la oportunidad de adentrarse en el fascinante mundo de la elaboración artesanal de cerveza, descubriendo cada etapa del proceso productivo: desde la selección de ingredientes hasta la fermentación, el embotellado y, por supuesto, la degustación.

Guiados por el equipo de Moritz, los estudiantes no solo conocieron las técnicas tradicionales que se mantienen vivas desde 1856, sino también cómo se incorporan procesos modernos e innovadores sin perder la esencia del producto. Un aprendizaje valioso sobre cómo la historia y la tecnología pueden coexistir en armonía dentro de una cocina o fábrica.

Una inmersión en el arte de la cerveza

Más allá de la producción cervecera, la visita permitió reflexionar sobre el papel de la cerveza como elemento gastronómico. Pudimos explorar maridajes, conocer variedades con perfiles sensoriales distintos y entender cómo un producto como este puede integrarse con creatividad en propuestas culinarias contemporáneas.

Además, el diseño del espacio —obra del arquitecto Jean Nouvel— mostró a nuestros estudiantes cómo el entorno también comunica, inspira y forma parte de la experiencia gastronómica integral.

Una jornada para recordar

Este tipo de salidas forman parte esencial del enfoque formativo de nuestra escuela: acercar al alumnado a experiencias reales del sector, estimular su curiosidad, y fortalecer el vínculo con marcas que son ejemplo de excelencia, tradición y visión de futuro.

Agradecemos a Moritz Barcelona por su generosa acogida y por compartir con nosotros su saber hacer. Sin duda, una visita que dejó huella en nuestros futuros profesionales de la gastronomía.